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Por qué el horario no será tan relevante en la oficina de 2035

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La flexibilidad laboral, la tecnología y la personalización moverán el trabajo en la oficina dentro de una década, un escenario basado en la productividad y la convivencia de varias generaciones.

Hace diez años, el empresario mejicano Carlos Slim -ya entonces uno de los magnates más ricos del mundo- impulsaba la idea de trabajar tres días a la semana y 11 horas al día para retrasar la jubilación a los 75 años. Argumentaba que la gente debería tener más tiempo libre durante toda la vida, no sólo a partir de los 65.

En 2015 también se pusieron de moda los espacios de trabajo divertidos, en los que surgieron mesas de ping pong, futbolines y mobiliario de colores en un intento de convertir la oficina en un espacio en el que trabajar de una forma diferente.

Diez años después, los horarios de trabajo y el entorno laboral continúan muy presentes en el discurso de los responsables de gestión de personas, que ahora dibujan un escenario diferente para las oficinas de 2035, en el que la productividad, el bienestar, la colaboración y la convivencia entre generaciones prevalecerán sobre el horario y las jornadas laborales.

Así lo recoge El futuro del workplace, una investigación impulsada por la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH), bajo la dirección técnica de Alotark. Para su elaboración han preguntado a medio millar de profesionales de todos los sectores -50% del ámbito de gestión de personas- cómo trabajan las personas, cómo son los espacios de trabajo, cómo impacta la tecnología y, lo más relevante, qué entorno laboral nos espera dentro de diez años.

Modelo de trabajo

La flexibilidad laboral pasa de ser un beneficio a una expectativa clave para muchos empleados. El modelo híbrido, que combina trabajo en remoto y presencial, es la opción que domina en buena parte de la organizaciones: un 62,9% ya ha adoptado este esquema con horario establecido. El informe concluye que «la flexibilidad ha dejado de ser un beneficio para convertirse en un estándar de la organización laboral».

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Sin embargo, los empleados siguen acudiendo a la sede de la compañía: un 60,2% va entre tres y cuatro días por semana y un 20,3% opta por ir uno o dos días. La autonomía e interacción tienden a un equilibrio que valoran los empleados. Sólo un 1,6 % de las empresas trabaja completamente en remoto, y las que mantienen un modelo estrictamente presencial representan apenas un 25,2 %. Un 10,3% de las compañías ha optado por modelos flexibles sin estructuras rígidas basados en objetivos.

El tamaño de la organización determina la flexibilidad: el 77% de las empresas de más de 5.000 empleados aplica un modelo híbrido estructurado. El 54,2% de las micropymes -de uno a 50 empleados- opta por un modelo híbrido, y un 29,5% mantiene un trabajo sólo presencial.

Estos modelos están alineados con las preferencias de los empleados: el híbrido es el más deseado por el 55,2%; un 19,4% prefiere un esquema presencial, en línea con el 25,2% de las empresas que apuestan por ello.

La Generación Z se polariza entre lo presencial (34,6%) y lo remoto (40,4). Son los que menos valoran el equilibrio (25%), frente a Boomers (40,7%), Generación X (60,9%) y Millennials (62,1%). Todos coinciden en la eficacia de un modelo híbrido de trabajo: sólo el 16,3% cree que reduce la productividad.

Interacción

Aunque acudir todos los días la oficina parece en desuso, los datos confirman que los empleados no renuncian a ello y aprecian un entorno laboral de interacción. El 91,5% de los profesionales , según Aedrh, valora la colaboración y el trabajo en equipo. La interacción social es lo que más aprecia el 87,9% de los consultados.

El 72,6% indica que la oficina ya no puede ser sólo un lugar de trabajo. Debe ser un entorno que también impulse el bienestar emocional a través de zonas de descanso, espacios verdes, buena acústica y ambientes acogedores. También mencionan la importancia del diseño y la ergonomía (67,9%) y la tecnología y los recursos (61,3%).

El diseño del espacio de trabajo resulta decisivo para los empleados que, cada vez más, valoran un lugar que haga más agradable su actividad. El 49% de los encuestados trabaja en un entorno mixto, que combina espacios abiertos y zonas privadas. Un 37,9 % lo hace en oficinas abiertas y colaborativas; mientras que un 13,1 % permanece en entornos cerrados e individuales.

Cambio cultural

El 27 % de los empleados afirma que no dispone de espacios tranquilos para concentrarse, «lo que revela una brecha entre el diseño del espacio y su funcionalidad real».

Parece que los modelos híbridos de trabajo y la flexibilidad no van de la mano del espacio de trabajo: si bien muchas organizaciones han apostado por posiciones flexibles -el empleado no dispone de un espacio permanente de trabajo-, el 78,1% de los encuestados prefiere un puesto fijo, lo que indica una clara inclinación hacia la estabilidad y el sentido de pertenencia.

Los jóvenes son los más abiertos al cambio. En torno al 90% de Boomers, X y Millennials quiere mantener su espacio, como el 59,1% de los Z. Sin embargo, el 40,8% de estos últimos se inclina por puestos compartidos. Este dato revela un cambio cultural significativo: «Para los más jóvenes, el concepto de ‘mi lugar’ ya no está necesariamente asociado a un escritorio personal, sino más bien a una experiencia dinámica y compartida que fomente la flexibilidad, el trabajo entre equipos y el uso eficiente del espacio».

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Llega 2035

Bienestar, hiperpersonalización, flexibilidad y tecnología caracterizarán a nuestras oficinas en los próximos diez años. Estas son las cinco tendencias que revolucionarán el modelo de trabajo según los entrevistados en este informe:

  • Bienestar y sostenibilidad (32,3%). Se apuesta por un espacio centrado en la salud física y mental, con zonas de mindfulness, gimnasios integrados y tecnologías para el seguimiento del bienestar.
  • Diseño híbrido (27,8%). Espacios flexibles que combinen zonas de colaboración y de concentración.
  • IA workplaces (16,5%). La oficina será un ecosistema vivo e inteligente, y se optimizará la gestión del espacio.
  • Personalización (12,9%). Se favorecerá la preferencia del empleado con estaciones de trabajo a medida.
  • Puestos de trabajo inmersivos (9,3%). La realidad virtual (VR) y aumentada (AR) revolucionarán el diseño del lugar de trabajo.

La tecnología, el hilo invisible del trabajo

La colaboración es la base del modelo híbrido de trabajo en la oficina del futuro y también del presente, pero no es ni será posible sin el apoyo de la tecnología. ‘El futuro del workplace’, un informe de AEDRH y Alotark, revela que son las herramientas digitales las que permiten conectar equipos distribuidos, de manera que apostar por modelos que combinen teletrabajo y presencia en la oficina no tiene sentido sin el respaldo de la tecnología.

Los datos confirman que aún queda mucho trabajo por delante. Por ejemplo, sólo el 40,8% de los empleados considera que la tecnología está completamente preparada para el trabajo híbrido, pero el 44,6% habla de dificultades técnicas frecuentes, lo que supone una barrera para una colaboración fluida.

Si bien las videollamadas y el software de gestión de proyectos están integrados y son muy valorados por los empleados, no sucede lo mismo con la tecnología más avanzada: sólo el 36,5% de los profesionales considera que la inteligencia artificial y la automatización son útiles para la colaboración y la innovación; y apenas el 9,6% de los encuestados asigna a los entornos inmersivos (VR, AR) y a la ‘gamificación’ una calificación de cuatro sobre cinco.

¿Puede ChatGPT cuidar al trabajador?

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Los empujoncitos suaves, la orientación reflexiva y las salvaguardas de la salud mental apuntan a un cambio filosófico en cómo la IA se relaciona con los humanos.

OpenAI ha anunciado nuevas funciones orientadas a la salud mental para ChatGPT, lo que posiblemente indique un cambio en cómo define la “IA responsable”.

La IA ahora emitirá recordatorios sutiles durante sesiones largas: ventanas emergentes que animan a los usuarios a hacer una pausa y retirarse. Esta medida responde a la preocupación de que el estilo excesivamente agradable de ChatGPT pudiera llevar involuntariamente a los usuarios a comportamientos poco saludables, como la creación de delirios y el refuerzo de situaciones estresantes.

OpenAI también está cambiando la forma en que ChatGPT responde a preguntas personales importantes. En lugar de ofrecer consejos directos — «¿Debería terminar con mi pareja?» —, el sistema ahora guiará a los usuarios a través de la reflexión: sopesando pros y contras, formulando preguntas y fomentando un pensamiento más claro. El objetivo explícito de la compañía no es maximizar el tiempo frente a la pantalla, sino ayudar a los usuarios a dejar el producto habiendo logrado lo que buscaban . A veces, un menor uso es señal de que funcionó.

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Esta recalibración se produce en un contexto de crecimiento explosivo. Se espera que ChatGPT alcance los 700 millones de usuarios activos semanales , lo que representa un aumento de cuatro veces en un año.

 

Éstas son las preguntas más importantes que nos planteamos en el mundo del trabajo y del desarrollo humano:

  • ¿Se acerca ChatGPT al ámbito del coaching y la terapia?  Estas nuevas funciones se asemejan al rol de «caja de resonancia» que suelen desempeñar los coaches, y el modelo de orientación reflexiva es sorprendentemente similar a las prácticas básicas de coaching.
  • ¿Cómo afectará esto a las plataformas de coaching?  Si ChatGPT puede proporcionar un diálogo reflexivo escalable y un apoyo estructurado, ¿comenzará a competir directamente o complementará el coaching profesional ampliando el acceso a la práctica reflexiva a gran escala?
  • ¿Está OpenAI tomando prestado de los modelos de bienestar laboral?  Funciones como animar a los usuarios a tomar descansos y centrarse en la prevención del agotamiento se parecen mucho a la iniciativa de Arianna Huffington para promover hábitos laborales más saludables.
Nota recomendada: Cómo evitar que la IA de agentes sea sólo un espejismo
  • ¿Se integrarán estas modalidades en el flujo de trabajo?  Históricamente, el coaching y la terapia han requerido distanciarse de la jornada laboral. Pero los agentes de IA integrados en plataformas empresariales plantean la posibilidad de que la orientación reflexiva, las indicaciones de bienestar e incluso los controles emocionales se integren directamente en nuestra forma de trabajar, minuto a minuto.
  • ¿Y cómo afectará esto a los directivos?  Si la IA empieza a proporcionar reflexión, retroalimentación e incluso apoyo emocional, ¿qué cambios en responsabilidades y habilidades se requerirán de los directivos? ¿Se les aliviará la carga del coaching o necesitarán mejorar la integración de la IA en su forma de liderar?

La pregunta ya no es sólo «¿Puede ChatGPT hacer su trabajo?» sino también «¿Puede ChatGPT cuidar al trabajador?»

10 errores que debes evitar al enviar un mail de agradecimiento en una entrevista de trabajo

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Enviar una  nota de agradecimiento después de una entrevista  es una forma cortés de mostrar tu agradecimiento por la oportunidad y el tiempo que el gerente de contratación dedicó a hablar contigo. Este simple paso puede ayudar a quienes buscan empleo a dejar una impresión positiva y duradera.

Redactar una nota de agradecimiento eficaz después de una entrevista requiere prestar mucha atención a los detalles y comprender los errores comunes. Aquí tienes 10 que debes evitar y cómo evitarlos:

1. Esperar demasiado para enviar un correo electrónico de agradecimiento

El tiempo es crucial al enviar tu nota de agradecimiento después de una entrevista. Si esperas más de un día o dos, podrías perder la oportunidad por descuidar esta importante regla.

El mejor momento para enviar una carta de agradecimiento para una entrevista de trabajo es dentro de las primeras 24 horas posteriores a la misma. Las decisiones de contratación se pueden tomar rápidamente. Además, no querrás arriesgarte a causar una mala impresión siendo el último candidato en enviar tu correo electrónico de agradecimiento.

2. No enviar ninguno

El miedo a equivocarse con su nota de agradecimiento no debería impedirle enviarla. Un correo electrónico de agradecimiento en una entrevista es una cortesía común que demuestra su interés en el puesto y su intención de conseguirlo.

Algunos candidatos podrían pensar que es innecesario y descuidar este paso. Esto es una buena noticia para ti, ya que destacarás entre la competencia al final del proceso de entrevista si envías un correo electrónico de agradecimiento profesional y bien escrito.

3. Hacer un seguimiento demasiado pronto

Enviaste tu correo de agradecimiento, esperaste un día y no recibiste respuesta. Estás ansioso por saber el estado del puesto y te preocupa que tu destinatario no haya visto tu mensaje. ¿Le haces seguimiento para confirmarlo?

No. Es demasiado pronto para contactar de nuevo al equipo de contratación. Recuerda que los empleadores tienen muchos obstáculos que superar en el proceso de contratación, desde entrevistar a varios candidatos hasta realizar un seguimiento con la verificación de referencias y consultar con otros miembros de la empresa sobre la decisión. Un correo electrónico de seguimiento demasiado entusiasta y prematuro puede ser contraproducente, así que es mejor esperar al menos una semana antes de solicitar una actualización.

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4. Usar el tono incorrecto

Tu carta de agradecimiento para una entrevista de trabajo debe tener el mismo tono profesional que la entrevista misma. Esto aplica incluso si envías un correo electrónico de agradecimiento después de la entrevista en lugar de una carta o tarjeta de agradecimiento impresa más formal.

Algunos candidatos desaprovechan esta oportunidad escribiendo su correo electrónico de agradecimiento de forma demasiado informal, como si se lo enviaran a un amigo. No escribas un mensaje superficial, ya que los equipos de contratación podrían considerarlo poco profesional. En cambio, redacta esta comunicación con cuidado, procurando causar la misma impresión positiva que en tu reunión presencial.

5. Hacerlo demasiado largo o demasiado corto 

Aunque no hay un número fijo de palabras para un correo electrónico de agradecimiento en una entrevista de trabajo, conocer una cantidad razonable puede ayudarte a evitar parecer poco profesional. Enviar un mensaje breve, de una o dos líneas, como «¡Encantado de conocerte ayer! ¡Espero tener noticias tuyas pronto!», es un paso en falso. Un mensaje corto que no menciona ningún punto clave de la entrevista no ayudará al comité de contratación a relacionar tu nombre con tu solicitud. Esta estrategia corre el riesgo de dar la impresión de ser informal y menos serio que otros candidatos.

Del mismo modo, no te excedas escribiendo dos páginas sobre todas las razones por las que te encanta la empresa y crees que mereces ser contratado. Busca un término medio con unos pocos párrafos que destaquen.

6. Disculparse por un error en la entrevista

¿No puedes dejar de pensar en la última respuesta que diste a una pregunta difícil en la entrevista? Si sientes la tentación de mencionarlo en tu correo electrónico de agradecimiento posterior a la entrevista, no lo hagas. Es difícil saber si el equipo de contratación pensó que fallaste en la respuesta o no, y disculparte por un posible error solo atraerá más atención.

7. Preguntar sobre salario y beneficios

Si crees que tienes la oferta de trabajo asegurada gracias a tu excelente desempeño en la entrevista, pero aún no te han ofrecido el puesto, no menciones el salario ni los beneficios en tu nota de agradecimiento. El correo electrónico de agradecimiento tiene un propósito específico: mostrar entusiasmo por el puesto, respeto por el equipo de contratación y seguir un protocolo de entrevista adecuado. Cometer el error de mencionar prematuramente el salario te hará parecer novato y podría hacer que el equipo cambie de opinión sobre ti.

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8. Rogar por el trabajo

Mostrar desesperación en tu correo electrónico de agradecimiento después de una entrevista definitivamente desalienta a los empleadores. Usar tu correo posterior a la entrevista para expresar cuánto necesitas o deseas el trabajo seguramente será contraproducente. Simplemente no lo hagas.

9. Cometer errores ortográficos

Considera la carta de agradecimiento para una entrevista de trabajo como un componente clave de tu solicitud de empleo. Así como los candidatos serios revisan minuciosamente su carta de presentación y currículum para evitar errores tipográficos, gramaticales y ortográficos, tú debes revisar minuciosamente tu correo electrónico de agradecimiento para asegurarte de que esté perfecto. Si no tienes buena ortografía o gramática, pídele a un amigo o compañero de confianza que lo revise.

10. Enviar un regalo

Entregar un regalo al equipo de contratación junto con su nota de agradecimiento después de una entrevista puede considerarse un soborno. Para evitar este problema ético, no envíe nada más que la nota de agradecimiento. Incluso con las mejores intenciones, es posible que recursos humanos y los responsables de contratación no lo vean así, y podría ser descalificado del grupo de candidatos.

La inteligencia artificial cambia las ofertas de empleo

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Tener iniciativa en un entorno vertiginoso puede no ser lo que realmente busque.

«No hay dos días iguales» o «tendrá muchas responsabilidades» puede sonar intrigante en una oferta de empleo, al sugerir variedad y oportunidades.

Pero Jasmine Escalera cree que estas frases aparentemente inofensivas pueden indicar algo más caótico. «Los puestos descritos de esta manera suelen indicar una falta de estructura más profunda», afirma la asesora profesional del sitio web LiveCareer. «Cuando los roles no están claramente definidos, puedes verte obligado a ir en demasiadas direcciones sin apoyo… ni expectativas realistas».

Los expertos afirman que quienes buscan empleo deberían estar más atentos a este tipo de lenguaje, que a menudo oculta «señales de alerta» que presentan aspectos problemáticos del lugar de trabajo como positivos. También advierten que su uso podría estar en aumento.

Partiendo de una base de datos de puestos anunciados públicamente en sitios web de empresas, la agencia de datos de RRHH Revelio Labs identificó un ligero aumento de los términos potencialmente eufemísticos, como iniciativa propia, trabajo bajo estrés, multitarea y trabajo bajo presión. La aparición de este tipo de lenguaje aumentó del 20% de los anuncios estudiados en 2017 a casi el 26% este año.

Loujaina Abdelwahed, economista sénior de Revelio, afirma que este aumento podría deberse al menos en parte a la inteligencia artificial. Cuando se automatizan las descripciones de puestos, explica, es más probable que se reciclen los términos y se repitan los clichés. «Muchos empleadores no consideran [el lenguaje] tóxico», afirma. Pero con la IA, «si le das basura, te da basura».

Escalera señala que otras palabras de moda preocupantes incluyen «como una familia» o «solo contratamos estrellas del rock», que podrían ser indicios de una cultura que glorifica el exceso de trabajo, la falta de límites o las dinámicas de corrillos. «Si eres alguien que trabaja mejor con claridad y orientación, este tipo de puesto y entorno puede volverse rápidamente frustrante y abrumador».

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En los anuncios de puestos de nivel inicial, la exigencia de varios años de experiencia o habilidades altamente especializadas puede «indicar que la empresa busca obtener un rendimiento de alto nivel a cambio de un salario básico», añade. «Aunque quiera tener oportunidades de crecimiento y espacio para progresar en su próximo trabajo, exigir demasiado para un puesto junior puede indicar expectativas poco realistas y un apoyo limitado».

Los problemas que este tipo de lenguaje plantea están bien documentados. Una encuesta realizada por el reclutador Michael Page reveló que casi una cuarta parte de los empleados asumieron tareas adicionales durante los primeros tres meses tras incorporarse a un puesto, lo que a veces les superaba.

La redacción de los anuncios de empleo también puede introducir información cifrada sobre la edad, la raza o el género del candidato ideal, lo que influye en las probabilidades de que soliciten un empleo. En un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica, los trabajadores de mayor edad se mostraron reticentes a responder a anuncios que pedían a los solicitantes estar «al día con la jerga actual del sector y comunicarse con una fuerza laboral dinámica».

Joyce He, profesora adjunta de la Escuela de Administración Anderson de la UCLA, descubrió que los anuncios de empleos predominantemente masculinos en sectores como la ingeniería y las finanzas tenían más probabilidades de contener términos estereotípicamente masculinos como competitivo, agresivo o dominante. Esto «puede indicar a las posibles candidatas que podrían no encajar en un lugar de trabajo o puesto que enfatice esas características», afirma. «Se trata de señales sutiles: no indican explícitamente que el lugar de trabajo o el puesto no acogerá a las mujeres, sino que sugieren un énfasis en la valoración de rasgos y atributos más masculinos».

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Descubrió que el uso de un «lenguaje neutro en cuanto al género» aumentaba las solicitudes de empleo de mujeres, pero también de hombres que no encajaban en un «estereotipo de masculinidad».

A medida que la IA desempeña un papel cada vez más importante en el proceso de contratación, Escalera afirma que los filtros humanos deberán estar aún más atentos para garantizar que las descripciones de los puestos reflejen la cultura y las expectativas del empleador. Por otro lado, la IA podría ayudar a abordar el problema aprovechando el big data para comprender cómo el lenguaje sutil en los anuncios de empleo influye en el comportamiento del solicitante.

¿Pueden los solicitantes distinguir entre las señales de alerta que indican problemas reales y aquellas que simplemente se reducen a una redacción torpe? Escalera aconseja utilizar una entrevista para identificar las implicaciones de un puesto, planteando preguntas del estilo de «¿cómo es un día típico?» y «¿cómo se mide el éxito?» para tener una idea del trabajo real. «Estas preguntas ayudan a determinar si el anuncio de empleo simplemente utiliza un lenguaje vago o si la empresa te está preparando para la posibilidad de quedar quemado».

Cinco claves para acertar en la búsqueda del primer empleo

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Estrategia, sentido común y cierta dosis de paciencia son fundamentales para acertar en la búsqueda de un primer empleo que marca el despegue de una carrera profesional de éxito.

Priorizar la calidad sobre la cantidad de organizaciones a las que se envía un currículo es el punto de partida para iniciar la búsqueda del primer empleo.

Así comienza el trabajo de buscar trabajo, un camino de aprendizaje para aquellos que se estrenan en el mercado laboral: tienen la oportunidad de poner a prueba esas capacidades y habilidades que tendrán que afinar a lo largo de toda su carrera profesional. Estas son los cinco consejos que marcan el camino hacia el éxito.

1) Identifica tus ‘power skills’. Son aquellas habilidades esenciales y universales, como la inteligencia emocional, la empatía o la comunicación, que definen al ser humano. Se trata de conocerse a uno mismo, autoevaluación, qué esperas, qué puedes aportar y qué rumbo quieres iniciar.

2) Investiga el mercado laboral. Toma la temperatura al mercado laboral, qué perfiles son los más demandados y qué empresas ofrecen oportunidades que se ajusten a lo que ofreces. Para ello basta con navegar en redes profesionales y, también, en la web de aquellas organizaciones y/o start up que cubran tus necesidades laborales y de aprendizaje.

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3) Fija el objetivo. Hacia dónde te quieres dirigir y marca un plan de trabajo enfocado a ese objetivo que has diseñado.

4) Currículo. Prepara un currículo o presentación profesional a medida de cada una de las organizaciones a las que quieres aplicar. Recuerda que los reclutadores dedican entre 6 y 15 segundos a revisar un currículo. Por esta razón es fundamental captar su atención. Colocar en un lugar visible y destacar aquella habilidad, formación o experiencia, por pequeña que sea -a veces el lugar en el que se ha hecho el Erasmus puede ser decisivo- es clave.

5) Cautela y paciencia. Aplica a aquellas opciones en las que mejor puedes encajar. Mejor diez adecuadas que cien ‘por probar’. Para acertar es clave que el ‘match’ entre tu candidatura y la oferta esté entre el 70% y el 80%, ahí hay posibilidades de avanzar en el proceso de reclutamiento. Y… paciencia a la hora de dar el ‘sí quiero’ a una oferta… aunque suponga esperar más de una respuesta. El tiempo medio en el caso de primer empleo ronda entre una o dos semanas, varía en función del trabajo y el perfil.

¿Cuál es la diferencia entre «entrenamiento» y «desarrollo»? ¿Y es realmente importante?

Recientemente, planteé una pregunta en LinkedIn a la comunidad de aprendizaje y desarrollo (L&D) que resultó ser un tema bastante candente: ¿Cuál es la diferencia entre capacitación y desarrollo?

Mi pregunta surgió de una experiencia en la que un líder organizacional me pidió un plan de capacitación para ayudar a los gerentes de proyectos principiantes a convertirse en mejores colaboradores organizacionales. Su expectativa era que pudiéramos enviar a estos profesionales recién graduados a un aula y que salieran con todas las nuevas habilidades necesarias.

Aunque me sentí honrado de que este líder confiara en mi experiencia, sabía que su petición era prácticamente imposible. No necesitaba un plan de capacitación; necesitaba un plan de desarrollo. ¿O sí?

¿Cuál es la diferencia entre formación y desarrollo? ¿Realmente importa?

Los numerosos comentarios de la comunidad de L&D revelaron varios temas sobre la definición de estos dos conceptos, así como una consideración clave. Comencemos con las definiciones.  

La formación es a corto plazo y específica, mientras que el desarrollo es a largo plazo y amplio.

Entre los comentarios más destacados y consistentes que definen tanto la capacitación como el desarrollo estaban aquellos relacionados con el tiempo y el enfoque.

Erica Mahler , diseñadora de experiencias de aprendizaje en la ciudad de Nueva York, explica: « La capacitación se percibe como algo a corto plazo y muy centrado en habilidades o herramientas técnicas específicas… El desarrollo implica un proceso más largo, compuesto por varias experiencias en diferentes modalidades». Esta descripción se asemeja mucho a la de Graham Herrick , diseñador de experiencias de aprendizaje en London, Ontario. «Veo la capacitación», escribe Graham, «como un esfuerzo enfocado y a corto plazo para dotar a las personas de habilidades específicas que puedan aplicar de inmediato… El desarrollo, en cambio, es una inversión a largo plazo en el crecimiento personal».

Al parecer, la capacitación es específica y se centra en una tarea o habilidad en particular, mientras que el desarrollo es más amplio y se produce con el tiempo. Disfruté especialmente del comentario de Michele Oswald , consultora sénior de Deloitte en Filadelfia, quien ofrece una metáfora visual práctica. «Lo veo de forma holística», escribe Michele, «y lo explico así: el desarrollo es como aprender a montar en bicicleta (se necesitan muchas habilidades, hay que practicar hasta lograr la automaticidad); la capacitación es cómo usar el freno para detenerse».

Jancis Dunn , formadora y coach de liderazgo de York, Inglaterra, también comenta sobre el cronograma y la progresión de ambos conceptos. Afirma que ve la capacitación como un proceso lineal, definido y con un objetivo final y una fecha específicos. El desarrollo era un concepto más fluido, con un aprendizaje a lo largo del tiempo, pero sin un objetivo ni una fecha final tangibles.

El desarrollo está más centrado en el futuro y la formación está orientada a las necesidades inmediatas.

Si consideramos tanto la especificidad como la duración, es lógico que uno de estos conceptos, el desarrollo, se centre más en la preparación para el futuro, mientras que el otro, la capacitación, se centre en las necesidades inmediatas. Este fue otro tema recurrente en la respuesta de la comunidad de aprendizaje y desarrollo .

Alisha Allen (Bradley) , consultora de diseño instruccional en Indianápolis, ofrece una definición particularmente clara y concisa: «La capacitación proporciona a los empleados las habilidades específicas que necesitan ahora, mientras que el desarrollo los prepara para futuras oportunidades y crecimiento profesional». Brittani Horner , administradora de LMS/capacitación en Moscow Mills, Misuri, coincide: «La capacitación te enseña a tener éxito en tu puesto actual, y el desarrollo es un plan para ayudarte a adquirir las habilidades necesarias para tener éxito en tu próximo puesto».

Más allá de la preparación profesional, Rick Fearnbaugh , director de desarrollo organizacional de Camp Hill, Pensilvania, amplía la definición con un guiño a las expectativas actuales y futuras. «La capacitación consiste en proporcionar ejercicios directamente aplicables para reforzar los procesos necesarios para completar las tareas que se esperan de un empleado», escribe Rick. «El desarrollo consiste en proporcionar ejercicios de refuerzo que fomentan nuevas habilidades para completar tareas que aún no se esperan de un empleado». 

Los conceptos de capacitación y desarrollo no deberían ser mutuamente excluyentes. No es necesario separarlos por completo. Candice Mitchell , directora de desarrollo de talento de Denver, Colorado, explica: «La capacitación es para tu puesto actual; el desarrollo es para tu puesto futuro. No hay blanco o negro. Se entrelazan, ya que siempre deberías hacer ambas cosas. La relación fluctúa».

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La capacitación es una táctica para apoyar el desarrollo

Si la capacitación es mucho más pequeña, específica y enfocada, es lógico que ésta pueda ser parte de una caja de herramientas de desarrollo más grande.

Amy Serrano , gerente de capacitación en Orlando, explica: «El desarrollo es el tema principal, y la capacitación puede ser un componente de ese desarrollo hacia un objetivo a largo plazo». Mientras que Ryan McCrea , director de aprendizaje y desarrollo de liderazgo de St. Louis, nos ofrece una metáfora más visual: «Considero el desarrollo como el gran cubo que rodea a las personas en crecimiento. La capacitación es una táctica para apoyar el desarrollo».

Estoy de acuerdo con las definiciones generales de la comunidad. La capacitación es específica, a corto plazo y se centra en el puesto actual, mientras que el desarrollo es más amplio, a largo plazo y se centra en las necesidades futuras, ya sea desarrollar un conjunto de habilidades o prepararse para un puesto completamente nuevo. También coincido en que la capacitación es una herramienta que forma parte de un conjunto más amplio de actividades de desarrollo. 

Todos estos pensamientos me hicieron reflexionar cuando mi interlocutor me pidió un plan de capacitación. Lo que quería era demasiado grande para incluirlo solo en una capacitación.

¿Pero realmente importa?

Concéntrese en comprender la necesidad y hacerlo bien y no se preocupe por la elección de palabras.

Al analizar el panorama general, el término que usó mi interlocutor (capacitación) y el que yo creía que cubriría su necesidad (desarrollo) eran diferentes, pero solo para mí. A él no le importó y no habría importado si lo hubiera capacitado. Para él, era cuestión de semántica. Las palabras no representaban la necesidad, sino simplemente lo que él eligió para describirla.

Colin Hahn , gerente de aprendizaje y desarrollo organizacional en Milwaukee, comparte estas sabias ideas sobre la selección de palabras: «Esperar que dominen el vocabulario no me ayuda, y les impone aún más la tarea de pedir… Si dicen: ‘Necesito que diseñes una capacitación’, tengo un mejor contexto para explorar la necesidad. Sin duda, explicaré al cliente la solución que recomiendo y por qué, pero quiero que sea una forma de fortalecer nuestra relación, no un obstáculo para nuestra colaboración». 

En otras palabras, no debemos dejar que ninguna palabra nos estorbe. 

La capacitación es solo la palabra que abre la puerta. No es la solución definitiva y puede que ni siquiera satisfaga la necesidad. Jonathan Brown , director de aprendizaje y desarrollo en Lancaster, Pensilvania, enfatiza la necesidad de explorar más a fondo. «Con los años he descubierto que la mayoría usa la palabra capacitación de forma amplia», escribe Jonathan, «por lo que siempre adopto un enfoque consultivo cuando hablo de temas con un colega, un líder organizacional o un cliente. Acompaño su declaración de capacitación con una serie de preguntas para descubrir qué necesitan realmente».

No necesitamos confundir a la gente con nuestra propia terminología. Si nos centramos en las palabras, podemos perder el punto. Nuestros roles existen para colaborar en la solución de los desafíos de talento. Sí, tenemos nuestras propias palabras para describirlo, pero otros también. Cuando nos alejamos para ver el panorama general de una parte interesada con una necesidad y luego nos acercamos para hacer preguntas que destapen el problema real, aportamos valor real. Resolvemos problemas y ayudamos a las organizaciones y a los equipos a avanzar.

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Reflexiones finales: Podemos multiplicar nuestro impacto al comprender la necesidad y resolver el problema, independientemente de cómo llamemos a nuestras herramientas.

¿El resultado de mi situación con las partes interesadas? Dejé que él me guiara con su lenguaje y seguí su ejemplo. Tras muchas preguntas para comprender mejor sus necesidades, le ofrecí una solución basada en su lenguaje y comprensión, pero con un poco de mi experiencia. Era algo así como: «Creo que necesitamos diseñar un plan de capacitación a largo plazo. Las habilidades que espera que desarrollen los miembros de su equipo requerirán tiempo y práctica, lo que significa que una clase única no será suficiente. Pero podemos crear este plan de capacitación a largo plazo y medir el progreso con el tiempo». 

No me importaba si lo llamábamos plan de capacitación a largo plazo o plan de desarrollo. Realmente no importaba. Simplemente era importante que los miembros del equipo crecieran y cambiaran de una manera que beneficiara a la empresa.

Al Dea , fundador de The Edge of Work , lo expresa a la perfección: «Lo que encuentro más interesante es lo que está más allá de la terminología que elijas. Cuanto más profundo sea tu conocimiento sobre lo que buscan específicamente, independientemente del término utilizado, más creativo, expansivo y preciso podrás ser al diseñar y cumplir con esa solicitud. Puede que se trate de los aspectos que definiste originalmente (capacitación, desarrollo), ¡pero también podría ser algo más!».

Seamos consultivos, hagamos buenas preguntas y escuchemos atentamente para descubrir la necesidad detrás de la terminología, ya sea capacitación, desarrollo o algo completamente diferente. 

Centrémonos en abordar la necesidad y resolver los problemas sin obsesionarnos con la semántica y luego observemos cómo nuestro impacto se multiplica.

Cuando todos tienen un entrenador: la revolución del aprendizaje impulsada por la IA

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Se ha prestado mucha atención al impacto disruptivo de la IA en las ocupaciones administrativas, lo que ha suscitado preocupación por la pérdida y sustitución masiva de empleos . Sin embargo, centrarse en estas preocupaciones puede eclipsar los importantes avances tecnológicos, en particular en la mejora de la velocidad, la eficiencia y los métodos utilizados en el aprendizaje humano.

Si bien la arquitectura laboral tradicional se ha visto amenazada, las soluciones para mitigar y adaptarse al impacto de la IA en las personas en el trabajo son cada vez más accesibles. Comprometerse con iniciativas de reciclaje profesional de eficacia comprobada y adoptar el aprendizaje permanente ya no es suficiente; adoptar la IA para potenciar las capacidades humanas puede allanar el camino hacia una fuerza laboral más resiliente y dinámica.

Entendiendo la IA y el Coaching Digital

Un método de aprendizaje y desarrollo que está ganando mayor reconocimiento y adopción es el coaching digital. Lo que comenzó como experimentos tentativos con chatbots se ha convertido, en tan solo unos años, en una tendencia líder en el aprendizaje humano. El coaching personalizado basado en IA está transformando el coaching de un método especializado y centrado en el individuo a una solución democratizada, personalizada y escalable para diversas necesidades de aprendizaje.

Tradicionalmente, el acceso a coaches de élite, como el experto en salud holística Deepak Chopra, el coach ejecutivo Marshall Goldsmith y el orador motivacional Tony Robbins, estaba limitado a ejecutivos de alto nivel. Sin embargo, el desarrollo de avatares y clones impulsados ​​por IA está cambiando este panorama. Estos clones digitales replican las metodologías y los conocimientos de coaching de sus homólogos humanos, haciendo que la orientación experta sea accesible a un público mucho más amplio. El clon digital de Goldsmith, por ejemplo, ofrece sesiones de coaching personalizadas que aprovechan su amplia experiencia, permitiendo que personas de diversos niveles se beneficien de su orientación de liderazgo.

El ecosistema de coaching digital

Si bien el valor del coaching personal para alcanzar el máximo rendimiento se reconoce desde los tiempos de Sócrates y Homero, la fusión del coaching y la tecnología en los negocios solo ha cobrado un impulso significativo en la última década.

Empresas pioneras de coaching digital como BetterUp (lanzada en 2013), Torch (2017), Bravely (2017), Valence (2018), Optify (2018), CoachHub (2018), Ezra (2019), AceUp (2019) y muchas otras han encabezado este mercado de rápido crecimiento de soluciones de coaching digital, cada una ofreciendo herramientas y servicios para coaching personalizado, gestión de relaciones con el cliente y desarrollo de habilidades mejorado por IA.

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Para potenciar la personalización y crear la ilusión de una conexión emocional —algo que durante mucho tiempo se consideró dominio exclusivo de los coaches humanos— algunas empresas están asignando nombres humanos a sus bots de IA. Valence, por ejemplo, llama a su coach de IA «Nadia», mientras que AIIR Consulting lo ha llamado «Aiiron».

Estos bots están diseñados para proporcionar no solo respuestas automatizadas, sino también interacciones significativas y contextualizadas que reflejan la comprensión y la empatía de los coaches humanos. El resultado es un enfoque de coaching potente y escalable que satisface las diversas necesidades de las organizaciones modernas, garantizando que los empleados de todos los niveles tengan acceso a la orientación que necesitan para prosperar.

Cuando se le preguntó sobre su visión sobre el futuro papel del coaching digital en el lugar de trabajo, Parker Mitchell, fundador y director ejecutivo de Valence, explica: “Creamos Nadia con la visión de que en unos pocos años o menos, todos en el trabajo pueden tener su propio coach laboral, uno que les brinde apoyo, consejos (y) orientación para ayudarlos a ser su mejor versión, a aprender y a alcanzar su máximo potencial.

El futuro del coaching con IA

Se espera que el mercado global de coaching en línea crezca de un valor de mercado de $2,19 mil millones en 2022 a aproximadamente $6,79 mil millones para 2031, según Growth Market Reports. Este crecimiento incluye diversas plataformas que ofrecen soluciones de coaching digital adaptadas a las necesidades individuales y corporativas.

Una encuesta reciente a líderes de aprendizaje y desarrollo realizada por Charter y Valence ilustra un avance significativo en la adopción de experiencias de aprendizaje impulsadas por IA.

Actualmente, el 28% de los encuestados ya utiliza estas herramientas, mientras que el 29% está evaluando activamente sus opciones. Además, el 22% planea explorar herramientas de aprendizaje basadas en IA en 2024. Solo el 6% no ha explorado estas tecnologías ni tiene previsto hacerlo. En conjunto, estos datos sugieren que, para finales de año, hasta tres cuartas partes de los encuestados podrían haber integrado herramientas basadas en IA en sus estrategias de aprendizaje y desarrollo, lo que indica una fuerte tendencia hacia la adopción generalizada de la IA en el aprendizaje y el desarrollo.

En Experian, una empresa global de servicios de información, una herramienta de coaching basada en IA se adoptó ampliamente. «Tuvo una aceptación del 100 % en una hora desde su lanzamiento», afirma Lesley Wilkinson, directora de talento de Experian, en respuesta a la implementación. «La ofrecimos a más de 50 gerentes como primer piloto, y el Net Promoter Score (NPS) volvió a los 90, y los gerentes la utilizan muchas veces a la semana».

 

Cómo el juego de roles impulsado por IA ayuda a los gerentes a mostrarse más fuertes

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Cuando los gerentes se sienten capacitados, lideran con mayor confianza y cuidado, especialmente en los momentos clave. Pero ¿cómo pueden los equipos de talento brindar a cada gerente retroalimentación personalizada y oportuna antes de las conversaciones cruciales? 

Este año, LinkedIn puso a prueba una nueva herramienta para apoyar el desarrollo de los gerentes durante el ciclo de evaluación de mitad de año: juegos de rol con coaching basado en IA de LinkedIn Learning . El concepto era simple pero eficaz: brindarles a los gerentes una forma sencilla de ensayar conversaciones cruciales, justo cuando las necesitan.

Soy director sénior de desarrollo de liderazgo en LinkedIn y creo que formamos parte de una generación crucial: la última en liderar con enfoques puramente humanos y la primera en liderar con tecnologías inteligentes. Esta herramienta representa uno de los pasos más importantes de LinkedIn hacia este futuro de liderazgo mejorado. Nuestro enfoque en la IA no se trata de elegir entre humanos o máquinas, sino de ambos. Nos hemos estado preguntando: ¿Cómo podríamos usar la IA para ofrecer un desarrollo oportuno y personalizado, de modo que el aprendizaje se produzca en el momento, no solo durante una capacitación?

Continúe leyendo para obtener más detalles sobre nuestro programa piloto que se alinea con nuestras estrategias globales para el aprendizaje, el liderazgo y el futuro del desarrollo del talento.

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Un espacio seguro para practicar

Ante el agotamiento y la desconexión laboral, ante el cambio acelerado, es fundamental aportar claridad, compasión y retroalimentación constructiva a las conversaciones sobre desempeño. Si bien todos los gerentes se esfuerzan por capacitar eficazmente a sus subordinados directos, a menudo carecen del apoyo necesario para crecer en sus propias funciones. 

Según el Informe de Aprendizaje en el Lugar de Trabajo de LinkedIn de 2025 , el 50 % de los líderes de aprendizaje afirma que los gerentes de su organización carecen de apoyo para ayudar a los empleados a mejorar sus habilidades. Muchos gerentes tienen dificultades con las conversaciones difíciles debido al nerviosismo, el miedo a las reacciones de los empleados o la falta de tiempo. Incluso cuando las organizaciones ofrecen recursos y talleres, estos rara vez proporcionan el coaching personalizado o la información conductual que necesitan los gerentes.

El juego de roles con inteligencia artificial de LinkedIn permite a empleados y gerentes ensayar conversaciones en el trabajo por voz o texto, con retroalimentación dinámica sobre el tono, la empatía y la forma de hablar. La herramienta sugiere cursos específicos de LinkedIn Learning para ayudar a los profesionales a trabajar en las áreas que necesitan mejorar. Al practicar escenarios adaptados a las necesidades de su equipo y recibir retroalimentación específica, los gerentes ganan confianza, desarrollan habilidades cruciales y, en definitiva, mejoran su rendimiento.

Creamos cuatro escenarios para ayudar a los gerentes a practicar los tipos de comentarios que darían a los empleados durante las evaluaciones de mitad de año: 

  • Analizar el bajo rendimiento constante
  • Abordar una disminución del rendimiento
  • Evaluar a un actor consistente
  • Evaluar a un empleado con buen desempeño

Desde febrero hasta abril, promocionamos la herramienta en comunicaciones de revisión de mitad de año, centros de gerentes de personal y reuniones de liderazgo. 

Los resultados muestran que quienes utilizaron el juego de roles impulsado por IA lo encontraron valioso: 

  • El 92% de los gerentes dijeron que la herramienta era un uso valioso de su tiempo.
  • Los gerentes comentaron que los escenarios les parecieron reales y que el proceso les dio espacio para reflexionar, replantear y ensayar antes de sus revisiones. Un gerente comentó: «Parecía un calentamiento antes de la conversación real», mientras que otro nos comentó: «Practiqué hasta que me resultó natural».

Esto coincide con la experiencia de otros empleados fuera de LinkedIn que han utilizado los juegos de rol estándar de la herramienta. Comentaron que el juego de rol con IA les ayudó a reflexionar más profundamente sobre su forma de comunicarse, a considerar nuevas perspectivas y a ser más conscientes de cómo presentan las conversaciones sobre el rendimiento. 

Del piloto a los principios: lo que aprendimos

A lo largo de nuestra prueba piloto, surgieron tres principios rectores que ahora utilizamos para guiar nuestra estrategia más amplia de desarrollo de talentos:

1. Simplificar, simplificar, simplificar

El tiempo escasea. La atención también. Por eso, nuestro aprendizaje debe llegar a los gerentes en el momento, no dos meses antes ni enterrado en otro centro de contenido. El juego de roles con IA brindó apoyo a los gerentes cuando más lo necesitaban, todo dentro de LinkedIn Learning, una plataforma que ya conocían.

2. Diagnosticar antes de diseñar

Siempre comenzamos con problemas de negocio respaldados por datos y luego diagnosticamos qué tipo de aprendizaje y soluciones ayudarían a cerrar la brecha. En este caso, descubrimos a través de múltiples fuentes de datos que los gerentes tenían dificultades para participar en conversaciones difíciles y responsabilizar a sus equipos. Esta información nos ayudó a crear simulaciones relevantes, oportunas y necesarias. Es un principio que aplicamos con determinación en todo nuestro trabajo.

3. Tome una lente funcional

Los equipos varían en su preparación para la IA, sus culturas de aprendizaje y los desafíos que enfrentan. Por eso, comenzamos adaptando esta iniciativa a los líderes de personal de LinkedIn. De cara al futuro, seguiremos profundizando la personalización para empleados de todos los niveles (según la función, el nivel y los problemas específicos a resolver) para garantizar que cada escenario de juego de rol de IA sea relevante, relevante e impactante.

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Consejos para el éxito

Si está considerando utilizar juegos de roles impulsados ​​por IA para su organización, aquí hay algunas cosas que consideramos efectivas:

  • Empieza con una prueba piloto: Elige un momento específico del ciclo de vida de tu talento (como las evaluaciones de mitad de año o la incorporación) y prueba un juego de roles basado en IA con un grupo pequeño de empleados. Usa sus comentarios para perfeccionar la experiencia y usa las lecciones aprendidas para aplicarlas y escalarlas.
  • Integrar el juego de roles con IA en los flujos de trabajo : No convierta el coaching con IA en un recurso independiente. Intégralo en las herramientas y momentos que los gerentes ya utilizan, como paneles de rendimiento, sesiones de capacitación o boletines informativos para gerentes (o, en el caso de esta herramienta, el acceso existente a LinkedIn Learning). También puedes aprovechar el coaching con IA durante las sesiones de trabajo, donde los participantes practican una conversación con IA en lugar de realizar juegos de rol incómodos con otros participantes. 
  • Personalice la experiencia : adapte las simulaciones para reflejar los desafíos reales que enfrentan sus gerentes. Segmente por función, nivel o antigüedad para garantizar la relevancia.
  • Mida lo que importa : Monitoree las tasas de finalización, la calidad de la retroalimentación y la confianza de los empleados antes y después de usar la herramienta. Utilice esta información para crear una historia convincente sobre el impacto del juego de roles.
  • Normalizar la práctica : Fomentar una cultura donde el ensayo se considere una fortaleza, no una debilidad. Celebrar a los gerentes que se toman el tiempo para prepararse y reflexionar.

Reflexiones finales: Dar a los directivos un espacio para ensayar 

A medida que la IA transforma el trabajo, una cosa está clara: una plantilla comprometida con el aprendizaje y el crecimiento no es algo que se desee, sino algo imprescindible. El Informe de Aprendizaje en el Lugar de Trabajo de LinkedIn de 2025 reveló que el 91 % de los profesionales de Formación y Desarrollo (L&D) cree que las habilidades humanas son más importantes que nunca; sin embargo, la mayoría de los equipos no tienen el tiempo ni los recursos para ampliar el coaching individual. 

En LinkedIn, nos enorgullece ofrecer un sólido programa de coaching humano para todos nuestros empleados. Sin embargo, sabemos que incluso los programas más eficaces, centrados en el ser humano, no siempre pueden satisfacer la escala ni la velocidad de las necesidades actuales.

El juego de roles impulsado por IA crea un espacio seguro para reflexionar, experimentar y volver a intentarlo. Cuando los gerentes se sienten verdaderamente preparados, liberan el potencial de sus equipos e impulsan a toda la organización hacia adelante.

La IA que le consigue una cita le puede encontrar el trabajo ideal

Buscar empleo se parece cada vez más a una cita, y esto adquiere una nueva dimensión con la forma en la que la IA perfecciona el ‘match’ en las ‘apps’ de contactos, lo que lleva al reclutamiento a usar estas estrategias. Ese ‘match’ emocional, la ‘gamificación’ o la personalización extrema ya han aterrizado en el ecosistema de talento, redefiniendo cómo las empresas encuentran, evalúan y retienen candidatos.

El cada vez más difícil trabajo de buscar empleo nos suele llevar a estrategias, modelos y fórmulas de rastreo de puestos y ofertas que se salen de lo común para competir en un mercado laboral en constante cambio. En esta complicada búsqueda hace ya tiempo que hemos aceptado y hecho comunes argumentos como el de que buscar empleo tiene mucho que ver con buscar pareja, y así admitimos que hay aspectos del dating que debemos tener en cuenta en el mercado del empleo y en el reclutamiento. Ambos mundos presentan muchas similitudes, y el dominio de la afinidad resulta determinante para reducir la tasa de fracasos cuando se trata de conectar a empleadores y candidatos para lograr que éstos se integren en las compañías que ofrecen puestos específicos.

Desde hace más de una década hemos visto ejemplos eficaces que demuestran la relación directa y aplicable entre las tecnologías de afinidad del dating y el reclutamiento. Y ahora la inteligencia artificial ofrece nuevas oportunidades para ambos mundos que tienen su inicio en el sector de los contactos y que pueden aplicarse, evolucionadas, al mundo del empleo.

A lo largo de las dos últimas décadas, las plataformas de citas evolucionaron desde simples filtros de edad y ubicación hasta sistemas capaces de interpretar microexpresiones faciales, patrones de conversación y señales de personalidad. Esa misma lógica de match emocional, gamificación y personalización extrema ya ha aterrizado en el ecosistema de talento, redefiniendo cómo las empresas encuentran, evalúan y retienen candidatos.

La industria de los contactos usa tecnología de facial tracking en videollamadas para analizar las expresiones y para sacar conclusiones acerca de la impresión mutua que se han causado quienes conversan. La IA ayuda a detectar gestos, reacciones y emociones durante la interacción virtual. El reconocimiento facial con IA permite predecir rasgos de personalidad; y el procesamiento del lenguaje natural junto con la inteligencia artificial permiten analizar el tono, la emoción y las palabras de los mensajes, lo que hace posible sugerir matches más afines.

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Parece evidente que la IA revoluciona todo lo que tiene que ver con la afinidad usada por la industria de los contactos, y está preparada para transformar la afinidad en todo lo que se refiere a la compatibilidad que exige el sector del reclutamiento y la selección, modificando a gran velocidad los procesos de búsqueda de empleo e identificación de los candidatos ideales para un puesto.

Así, las tendencias emergentes prometen procesos más humanos, eficientes y auténticos que van más allá del matching superficial hacia conexiones profesionales genuinas basadas en afinidad real.

La convergencia de estas tendencias sugiere un futuro en el que se confirma la ya vieja idea de que encontrar el trabajo ideal se parece más a encontrar una pareja compatible: un proceso basado en valores compartidos, química auténtica y compatibilidad profunda, facilitado por tecnología inteligente que comprende tanto las necesidades racionales como las emocionales de candidatos y empleadores.

Cautelas

Las oportunidades, ventajas y novedades que se presentan no impiden que reclutadores, gestores de personas, cazatalentos y consultores muestren cierta cautela, basada sobre todo en el hecho de que sin transparencia, supervisión y preservación de la autenticidad humana, la adopción errónea de estas herramientas y estrategias podría erosionar la confianza de candidatos y clientes y, como sugiere Sara Álvarez, directora de atracción de talento del Grupo Adecco, «puede implicar el riesgo de despersonalizar la experiencia del candidato».

Sara Álvarez reconoce que «la IA, la tecnología, el análisis de datos y la automatización nos facilitan el match inicial, pero no la compatibilidad profunda». La experta cree que «la tecnología facilita el flechazo para que haya encaje entre el candidato y la empresa, pero hace falta humanizar la decisión. El factor humano es determinante para alinear con la cultura, el proyecto o el propósito. La tecnología es un colaborador eficaz, pero el protagonista será siempre quien la guía».

Vicenç Álvaro, director de márketing y estrategia de candidato de ManpowerGroup España, coincide en la importancia del factor humano. En la línea de comparar la búsqueda de pareja con la de trabajo recuerda que «lo mismo que suele decirse que ‘no debes casarte a ciegas’, tampoco resulta aconsejable contratar sin el contraste de la intervención humana». Álvaro añade que «el ajuste cultural requiere siempre de la validación de un entrevistador, y todavía no hay una IA que pueda hacer toda la valoración». Se refiere asimismo al hecho de que la IA se basa en datos ya existentes, y el pasado implica sesgos: «Es posible que la IA no sea capaz de analizar ciertos factores y que aporte sesgos a atributos de los candidatos que en un momento se valoraban más, pero que ahora no se aprecian de igual manera».

En todo caso, las tendencias más innovadoras en el sector de las aplicaciones de citas redefinen no sólo cómo las personas se conectan (en este caso románticamente). También establecen precedentes que pueden revolucionar la búsqueda de empleo y el reclutamiento.

Match Group, propietaria de Tinder y Hinge, anunció en marzo el lanzamiento de un asistente de IA revolucionario para las citas online que ofrece funciones como la selección de fotos más atractivas, la redacción de biografías convincentes, sugerencias de matches ideales y recomendaciones personalizadas de mensajes basadas en intereses comunes.

Si tenemos en cuenta las posibilidades que ofrece esto a las plataformas de empleo podemos concluir que éstas pueden integrar asistentes de IA similares que ayuden a los candidatos a optimizar sus perfiles profesionales, que sugieran oportunidades laborales basadas en afinidad cultural y competencias, y que generen mensajes personalizados para conectar con los reclutadores. Los sistemas de IA pueden además conducir entrevistas automatizadas para comprender mejor las expectativas profesionales de los candidatos.

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La colaboración de Tinder con OpenAI para desarrollar funciones de coaching conversacional, con el que los usuarios pueden practicar sus habilidades de seducción con personajes de IA en escenarios tipo comedia romántica, también ofrece oportunidades si se aplican al sector del reclutamiento y la selección, ya que herramientas similares pueden entrenar a candidatos para entrevistas mediante simulaciones con IA, ofreciendo retroalimentación sobre habilidades comunicativas, lenguaje corporal y respuestas a preguntas difíciles.

Conexiones inmersivas

Por lo que se refiere a las conexiones inmersivas, las plataformas de citas de realidad virtual están experimentando un crecimiento explosivo. Así, aplicaciones como Nevermet, Flirtual, Planet Theta o VRChat permiten a los usuarios crear avatares personalizados y tener citas en entornos virtuales tridimensionales.

Nevermet facilita encuentros únicamente a través de avatares, eliminando completamente las fotos humanas para fomentar conexiones basadas en la personalidad. La aplicación en el mundo del reclutamiento implica que las empresas pueden crear oficinas virtuales inmersivas en las que los candidatos experimenten la cultura laboral antes de ser contratados.

Las entrevistas que usan la realidad virtual permiten evaluaciones más holísticas de habilidades interpersonales, trabajo en equipo y adaptabilidad en entornos simulados que reflejan el trabajo real.

También el dating basado en audio es una tendencia poderosa, y aplicaciones como SwoonMe, Ria o Holler Date priorizan las conexiones a través de clips de voz e introducciones habladas en lugar de fotos. Los usuarios confían en que la IA les ayude a encontrar parejas afines basándose en el análisis vocal.

En la búsqueda de empleo las plataformas de reclutamiento pueden integrar perfiles de voz en las que los candidatos se presenten mediante mensajes de audio, y la IA puede analizar los tonos, la confianza, la claridad comunicativa o el estilo conversacional para hacer coincidencias más precisas entre el candidato y la cultura empresarial.

Por lo que se refiere a las aplicaciones de citas basadas en blockchain se pueden citar ejemplos como Viola.AI, Luxy, Hicky, Matchpool o Pinder, que usan contratos inteligentes para verificar identidades, eliminar perfiles falsos y crear sistemas de recompensas tokenizadas. Aplicado al reclutamiento esto implica el uso de sistemas de verificación blockchain para credenciales profesionales, historiales laborales inmutables, y plataformas descentralizadas en las que candidatos y empleadores mantienen un control total sobre sus datos.

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Sin olvidar el recurso a la gamificación: en el sector de citas y contactos se presentan desafíos, sistemas de puntos, insignias y recompensas para mantener el engagement de los usuarios. Aplicaciones como Smitten utilizan gamificación completa del proceso de matching.

Algunos estudios certifican que un 90% de los empleados destaca que la gamificación los hace más productivos en el trabajo, y las plataformas gamificadas incrementan el compromiso entre un 100% y un 150% si se comparan con otros enfoques tradicionales.

Aplicando esto al reclutamiento podemos tener procesos de selección gamificados con desafíos interactivos, evaluaciones tipo videojuego que miden habilidades técnicas y soft skills, y sistemas de puntos que recompensen la participación activa en el proceso de búsqueda de empleo.

Cómo librarse del ‘síndrome de la vida ocupada’ en vacaciones

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‘Estar ocupado’ aún se mantiene como sinónimo de éxito profesional, pero casi siempre conduce a un estado de ansiedad, estrés e ineficiencia que daña la faceta profesional y la personal. La cultura del esfuerzo vinculada al ‘hacer’ puede dificultar la desconexión cuando toca descansar. Las vacaciones son una oportunidad para entrenar otros hábitos y huir del ‘síndrome de la vida ocupada’.

Si frases del tipo ‘no me da la vida’ o ‘no tengo tiempo para nada’ forman parte de su jerga habitual está a las puertas del síndrome de la vida ocupada. Teniendo en cuenta que un profesional español dedica una media de 1.600 horas anuales al trabajo, vivir con esta jerga entra dentro de la lógica, pero no es tan común cuando ese afán por el trabajo excede ese número de horas, y ni siquiera las vacaciones pueden romper con esa rutina laboral que, en cierto modo, se convierte en una adicción. El último Estudio de Bienestar y Salud Laboral en España elaborado por Edenred, revela que el 13,4% de los encuestados reconoce atender llamadas o mensajes de manera habitual fuera del horario laboral, mientras que un 51,3% lo hace ocasionalmente. Sólo un 35,2% afirma desconectar por completo.

La fatiga y el cansancio constante, físico y mental, la dificultad para desconectar o relajarse, el estrés y la ansiedad, el insomnio y el alto nivel de autoexigencia y perfeccionismo son algunas de las alarmas del síndrome de la vida ocupada. Así lo cree Antonio Rodríguez, CEO & fundador de 55 grados, quien afirma que es importante detectar a tiempo éstas y otras señales que conducen sin remedio al deterioro de la salud física y mental: «La principal de todas sería percibir el sentimiento de culpa que nos invade cuando consideramos que podríamos hacer más de lo que hacemos, o cuando tenemos la sensación de que por muchos asuntos que resolvamos siempre nos queda algo pendiente, o que podríamos haber sido más productivos».

Otra de las alarmas que nos alertan es la que identifica Marta Romo, socia directora de Be-Up: «Cuando respondemos automáticamente ‘estoy súper ocupada’ cada vez que alguien nos pregunta cómo estamos, como si fuera nuestro nuevo estado de identidad. ya no estamos haciendo una descripción temporal de nuestra agenda, sino que se convierte en parte de quiénes somos». Romo subraya algo que puede ser mucho más grave: «La culpabilidad cuando no hacemos nada».

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Existe otro matiz importante que señala Paco Muro, CEO de Otto Walter: «Estar permanentemente híper ocupados no es alto rendimiento, es alto desbordamiento, y así nadie rinde mejor. En esa vigorexia ejecutiva necesitamos estar a tope y sentir el estrés de estar en carrera continua. Si no sabemos parar, si no somos capaces de hacerlo, vivimos en aceleración constante, nos ocupamos y ocupamos a nuestro entorno por pura necesidad de alboroto laboral, tendemos a acaparar demasiado y a creernos que tiene que ser así».

Las vacaciones son el momento de no hacer nada pero… ¿se siente incapaz de ello?

Los síntomas

Las personas que se definen a ellas mismas por lo que hacen y no por lo que son – ‘soy abogado’, ‘soy auditor’- no sólo describen su profesión, sino su ser completo, lo que son. Asocian su valor como persona a lo que hacen, síntoma inequívoco de que llena su vida. Viven en constante movimiento laboral, una actividad que no cesa cuando llega el momento de parar. «Muchas personas sienten un vacío incómodo cuando descansan o cuando la agenda se libera, porque han vinculado su valor personal con la productividad», afirma Xeila Fernández, CEO y fundadora de Elevare88.

Añade que, «esa necesidad constante de estar haciendo, sumada a una autoexigencia desmedida, puede llevarnos a una trampa silenciosa de la que es difícil salir si no tomamos conciencia a tiempo». Rodríguez advierte de que descartando momentos de picos de trabajo, lo que sucede es que recurrir a expresiones del tipo ‘no tengo tiempo para nada’, «son el resultado de un aprendizaje erróneo inculcado por la creencia de que una persona ocupada permanentemente o multitarea -síndrome de las ventanas abiertas-, es más productiva, más importante o más exitosa en general y en el ámbito laboral en particular«.

Los expertos coinciden en que esta situación no suele estar ligada a una carrera de éxito, sino a un problema de gestión del tiempo, «de no saber distinguir lo urgente de lo importante, de no saber delegar, de procrastinar o de demorar tareas pendientes, de comenzarlas y no acabarlas», añade Rodríguez, quien matiza que «comenzar tareas para no acabarlas y volverlas a retomar más tarde supone un gasto del 9% del tiempo total de finalización».

Estar ocupado no es sinónimo de hacer más. Leslie Perlow, profesora de Harvard, investigó sobre el tiempo de inactividad predecible –predictable time off-. En un estudio con el Boston Consulting Group demostró que obligar a los equipos a tener tiempo libre forzoso y desconectado, por ejemplo, una noche a la semana sin revisar emails, no sólo mejoraba el equilibrio vida-trabajo, sino que también aumentaba la productividad, la comunicación y el aprendizaje dentro del equipo.

Marta Romo explica que «la diferencia entre estar realmente ocupado y padecer el síndrome es la relación emocional que establecemos con la ocupación. La carencia de tiempo libre se ha convertido en algo de lo que presumir, en una especie de símbolo de estatus«. Menciona otro estudio, esta vez de la Universidad de Columbia en colaboración con Harvard, que demostró que mostrarse muy ocupado influye positivamente en cómo nos perciben los demás. El problema surge cuando interiorizamos esta percepción y comenzamos a necesitar estar ocupados para sentirnos valiosos».

Los cambios

¿Qué ha cambiado en nuestra sociedad para que ‘estar ocupado’ sea sinónimo de éxito? Paco Muro cuenta que su madre, con cinco hijos en casa, estaba siempre a tope: «Todo estaba siempre perfecto y al día, pero nunca la vi queriendo exhibir protagonismo por estar siempre ocupada. Simplemente lo hacía, se ocupaba, y ese es el éxito silencioso que siempre logró». Entonces, y también ahora, no había un reconocimiento social por lo que Muro califica de «una ocupación tan elevada, intensa y valiosa». Aunque subraya que «en el presente, ser ejecutivos súper atareados, todo el día de aquí para allá, con reuniones continuas, es súper pro. Pero no necesariamente… Dependerá del resultado de ese esfuerzo, y del equilibrio que genera en el entorno. El gran problema es que aún hay demasiada cultura del esfuerzo que hace ruido, y se premia la sobreactividad por sí misma, por falta de calidad de dirección, de control y de seguimiento«.

Hacer ruido no siempre es sinónimo de hacer más. «Estar siempre ocupado no debería ser sinónimo de éxito», afirma Rodríguez. A su parecer lo que tal vez ha cambiado es el desarrollo tecnológico, la aparición de las redes sociales y el exceso de información: «Antiguamente no existía el teletrabajo. Al terminar la jornada laboral se producía una desconexión total. No existían los móviles u ordenadores personales que nos vinculan con obligaciones permanentes: al tomar vacaciones y volver de ellas, realmente había habido una desvinculación. Luego, con la aparición de los primeros teléfonos inteligentes, los empleados a los que se les entregaba una blackberry parecía que eran los importantes de la empresa, y aquello comenzó a ser lo que ha venido después».

El regreso de los ‘yuppies’

El yuppie de la década de 1980 reflejado en Gordon Gekko, personaje interpretado por Michael Douglas en la película Wall Street, dirigida en 1987 por Oliver Stone, sigue vigente como prototipo del profesional súper ocupado. Convertida ya en un clásico del cine, Romo recuerda que ese ejecutivo se estableció entonces como arquetipo del éxito, «y, curiosamente, en lugar de evolucionar hacia modelos más sostenibles, lo hemos digitalizado y amplificado». Según Romo, la hiperconexión tecnológica ha sido un catalizador brutal: con el tiempo que pasamos en redes sociales hemos llegado a un punto en el que incluso nuestro tiempo libre se ha colonizado con actividad constante. Ya no descansamos ni siquiera cuando descansamos«. La experta habla de un mundo híper en su libro Hiperdesconexión -editado por Roca Editorial, sale a la venta en septiembre-, en el que menciona las características de lo que define como nuestra nueva normalidad: «El mundo SISISI: superficial e inmediato, sensible e irreflexivo, sobrecargado e inactivo».

Lamentablemente, como dice Xeila Fernández, aún ahora se glorifica la agenda llena. Sin embargo, recuerda que «muchas personas llegan a lo más alto profesionalmente o logran lo que soñaban… y aun así se sienten vacías o desconectadas de ellas mismas. Esto sucede porque el concepto de éxito sigue estando demasiado vinculado con la productividad y con los logros externos, dejando de lado el bienestar integral, la autenticidad o la calidad de vida». Para salir de ese bucle propone aprender a identificar lo que realmente importa y pulsar esa tecla que nos permite hacer menos, pero con más impacto: «Aplicar principios como el de Pareto -el 20% de las acciones que generan el 80% de los resultados- nos ayuda a salir de esa trampa de la ocupación crónica y a entrar en un modelo de productividad consciente y sostenible».

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El precio de la ‘fama’

El síndrome de la vida ocupada tiene un coste del que muchos profesionales son conscientes cuando ya es demasiado tarde. Como recuerda Antonio Rodríguez, «aunque inicialmente ocultos, tarde o temprano darán la cara y se pondrán de manifiesto». Explica que una agenda llena sobre carga nuestro cerebro, «que responde enviándonos señales de estrés y de ansiedad», y que tiene sus consecuencias: «Estar pendiente de varias cosas a la vez, acaba con nuestra concentración y su ausencia casi siempre lleva a no hacer bien las cosas al no estar presente en el aquí y en el ahora: proyectamos hacia el futuro los pensamientos del presente, y el futuro nunca llega, porque permanentemente lo desplazamos, y esto afecta a la memoria, a la reducción de eficiencia y a la productividad». Rodríguez confirma que hacer más no es sinónimo de ser más eficiente.

No obstante, Paco Muro recuerda que hay personas que funcionan bien en modo híper activo: «La clave es que eso nos haga felices y esté bien coordinado con los demás». Pero matiza que una cosa distinta es «cuando ese esfuerzo continuad nos consume, nos lleva, no es lo que realmente queremos, pero no sabemos parar. Algunos ya ni pueden parar porque acaba convirtiéndose en una adicción en toda regla, y la adicción domina al adicto. Lo primero que nos roba es la voluntad, por eso ya no podemos parar, y nos llevamos por delante nuestra propia vida, la de nuestro entorno, la salud, el rendimiento, y a veces el propio prestigio«.

Marta Romo señala que también afecta a la toma de decisiones: «La fatiga mental nos lleva a tener un juicio deficiente y dificultades de autocontrol. Cuando estamos constantemente sobrecargados recurrimos a decisiones automáticas e insights cognitivos que no siempre son los más acertados. Es lo que algunos investigadores llaman decisión por agotamiento».

Dime cómo trabajas…

Cabe preguntarse si cambiar el modelo de trabajo -a remoto, presencial o híbrido- puede reducir o anular ese síndrome. «Puede ser transformador, pero no es suficiente», afirma Romo, quien recuerda que la cultura en la empresa también es importante: «El verdadero cambio sucede cuando las organizaciones comprenden que empleados descansados y equilibrados no sólo son más creativos y productivos, sino que también generan culturas más sostenibles y atractivas para el talento. Es una inversión, no un gasto».

Antonio Rodríguez coincide en que un cambio de modelo de trabajo que integre e intensifique la flexibilidad de horarios, la conciliación, el bienestar, el clima y la salud laboral podría ser una solución, pero tiene que empezar antes: «Hay que comenzar con la modificación de normas sociales y culturales en las que la productividad no vaya asociada al éxito, y que eliminen la idea de que ser productivo es sinónimo de ser valioso».

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Los deberes del verano

Antonio Rodríguez, CEO y fundador de 55 grados, asegura que ‘estar ocupado’ «es un mecanismo de defensa para no pensar, para ocultar miedos subyacentes, como el miedo a estar solo, al vacío -‘síndrome de la vida vacía’-, al aburrimiento, a evadirse de problemas, a la búsqueda de reconocimiento y recompensas externas y autoestima baja, entre otros». Indica que el 20% de la población padece el ‘síndrome de la vida ocupada’, y para escapar de esto propone:

  • Planificar el tiempo personal y laboral estableciendo prioridades que distingan entre lo urgente y lo importante.
  • Desarrollar límites hacia los demás y hacia uno mismo. Aprender a decir ‘no’: estar siempre disponible perjudica nuestra salud mental, nuestras relaciones y a nosotros mismos.
  • No cargar la agenda con actividades continuas durante todo el día y, sobre todo, dejar espacio de al menos media hora entre una y otra que permita desvincular, llegar a tiempo o preparar la siguiente tarea.
  • Desconexión digital. No atender a todas las llamadas, a todos los grupos de WhatsApp, no mirar constantemente el teléfono o estar pendiente del portátil.
  • Renunciar a la conectividad constante, a la omnipresencia de dispositivos tecnológicos o redes sociales que nos llevan a estar permanentemente accesibles o recibiendo continua información.
  • Descubrir la importancia del autocuidado, la autocompasión y el desarrollo de técnicas de bienestar. La ‘pirámide de Maslow’ nos dice que en la base de todo está una buena alimentación y un buen descanso.
  • Aprender a disfrutar del presente, de lo que hacemos en cada preciso momento, sin estar pendientes de lo que nos queda por hacer en el futuro.
  • No vivir en ‘piloto automático’, es decir, actuar sin estar realmente en lo que hacemos, sin tomar decisiones conscientes y sin experimentar plenamente lo que sucede a nuestro alrededor.