Qué fue del ‘boom’ de ofertas laborales que incluyen la posibilidad de teletrabajar

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Algunos anunciaron precipitadamente su fin. Las ofertas de empleo competitivas que permiten trabajar a distancia no sólo no desaparecen sino que confirman que la posibilidad del trabajo remoto sigue siendo una realidad robusta con retribuciones más que aceptables.

Hace ahora un año el informe mundial CEO Outlook de KPMG advertía de que el sentimiento de los directores ejecutivos de las compañías en relación con un regreso total a las oficinas estaba disparado a favor de la vuelta al modelo presencial. Entonces, el 80% de los CEO mundiales consultados estaba de acuerdo en que el entorno laboral para los empleados corporativos cuyas funciones se basaban tradicionalmente en la oficina volvería al lugar de trabajo físico en 2027, lo que confirmaba teóricamente las predicciones de quienes daban por acabado el boom de las ofertas de empleo que permitían el trabajo a distancia.

En todo caso, parece que los debates sobre la productividad, las oleadas de despidos, la gran dimisión o la generalización de las estrategias de regreso a la oficina no han conseguido acabar con la oferta competitiva de puestos que facilitan el trabajo a distancia. Hace apenas ocho meses algunos expertos hablaban de una cierta resurrección de las ofertas de trabajo en remoto en la que influían las nuevas oportunidades que brinda la inteligencia artificial.

Esta recuperación se apoyaba en estudios como el de McKinsey, que sugería que las organizaciones que invierten en inteligencia artificial para mejorar las condiciones de trabajo remoto pueden aumentar la productividad hasta en un 40%.

Consolidación

Ahora, una investigación de Gallup concluye que «el teletrabajo no está muriendo, aunque se ha enfriado. Más bien se ha consolidado en una meseta alta con la modalidad híbrida como norma y el trabajo remoto total como la opción más selectiva».

Se puede hablar de consolidación -no de auge- del teletrabajo, del modelo híbrido como fórmula de equilibrio dominante y del remoto total reservado a roles digitales y empresas con la ventaja competitiva de la flexibilidad.

Los expertos sugieren que a los profesionales les compensa perseguir ofertas remotas e híbridas, pero hoy conviene especializarse y jugar a nichos en los que la demanda de talento mantiene la balanza a favor.

Una conclusión estratégica es que el trabajo remoto no sólo sigue ofreciendo flexibilidad, sino una compensación superior en sectores de alta demanda, especialmente para profesionales con habilidades especializadas en tecnología, salud digital y servicios financieros complejos. La inversión en upskilling se convierte por tanto en el factor determinante para acceder a estos salarios premium.

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El análisis de Gallup revela asimismo que los profesionales híbridos ahora pasan el 46% de su semana laboral en la oficina (equivale a 2,3 días). Esto supone un aumento respecto del 42% de 2022. Sin embargo, todo ese aumento se produjo en 2023, y no ha habido cambios en el último año.

La investigación añade una reflexión: «El trabajo híbrido es ya algo común, pero eso no significa que sea fácil. El punto débil del teletrabajo es la confianza. Pero poco más de la mitad de los gerentes (54%) que gestionan teletrabajo coinciden en que confían plenamente en la productividad de sus equipos cuando trabajan a distancia. De igual forma, el 57% de los empleados afirma sentir la confianza de su jefe para ser productivos cuando teletrabajan».

Desde 2022, las tendencias sobre ubicación laboral y las estadísticas de teletrabajo se han mantenido bastante estables, lo que demuestra la consolidación del trabajo híbrido. Gallup insiste en su último estudio sobre el modelo de trabajo híbrido que «sólo se han producido cambios menores en las posibilidades de trabajar a distancia desde el inicio de la era pospandemia».

La oferta de vacantes remotas bajó desde el pico al que llegó en 2022, pero sigue por encima de los datos de 2019.

Según Indeed Hiring Lab y Axios, la cuota de ofertas de empleo que incluyen la posibilidad de teletrabajar se redujo desde los máximos de 2022, aunque se mantiene claramente por encima de la etapa previa al Covid.

Mónica Pérez Callejo, directora de comunicación, estudios y RRII de InfoJobs, recordaba a comienzos de este año que el teletrabajo seguía siendo objeto de debate -y un desafío para los departamentos de recursos humanos- y aseguraba que requiere de una valoración continua y de adaptación en torno a sus beneficios y dificultades. Pérez Callejo pronosticaba que el teletrabajo seguiría ocupando un espacio importante en materia de empleo en este 2025.

Según datos de InfoJobs, hasta noviembre de 2024 se habían publicado en España 317.744 puestos de trabajo con opción a teletrabajar, lo que suponía el 14% de las vacantes publicadas. Comercial y ventas (72.907), informática y telecomunicaciones (64.764), atención al cliente (32.361 vacantes), educación y formación (32.054) y administración de empresas (23.314) eran las categorías en las que hubo más vacantes para esta modalidad de empleo a distancia.

Un reciente análisis de LinkedIn Economic Graph concluye que mucha gente quiere trabajo en remoto, pero hay menos vacantes de este tipo que durante el boom de 2022: «La disponibilidad de trabajos remotos ha disminuido en los últimos años. En su punto máximo, a principios de 2022, en mercados como el estadounidense el 27% de los empleos a los que los miembros se postulaban ofrecía flexibilidad remota, pero para finales de 2024 esa proporción había caído al 16%. Este patrón de reducción en la oferta de trabajo remoto -en contraste con la demanda de los trabajadores- es evidente en todo el mundo».

Los datos de la OCDE y la Comisión Europea señalan que en la UE el teletrabajo está consolidado (un 43% teletrabaja al menos semanalmente en un bloque de países analizados por esta organización).

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En España los que teletrabajan suben al 15% (según el INE y Eurostat), aún por debajo del 22% de media europea.

El acceso al talento global intensifica la competencia, especialmente en roles especializados. Así, un 44,8% de posiciones DevOps y un 40% de roles de machine learning ofrecen trabajo remoto completo. Los roles altamente especializados (IA, ciberseguridad o telemedicina) mantienen una prima salarial, mientras posiciones que se consideran commodities experimentan una presión a la baja por la competencia global.

Los datos actualizados tras el verano se refieren al de tecnología e IA como uno de los sectores en los que hay gran demanda de puestos bien remunerados que permiten trabajar a distancia. Los ingenieros de IA encabezan las compensaciones remotas con salarios promedio de entre 145.000 y 152.000 euros anuales. También destacan los ingenieros de machine learning (hasta 160.000 euros anuales); o los expertos en ciberseguridad, con una media de 127.000 euros anuales). Hay que destacar que los profesionales de ciberseguridad mantienen salarios competitivos y crecientes, especialmente en remoto, con ejemplos como el de los hackers éticos (hasta 135.000 euros brutos al año), los arquitectos de seguridad (101.000 euros), los CISO en remoto (hasta 212.000 euros) o los ingenieros de seguridad cloud (entre 101.000 y 135.000 euros).

Destacan asimismo los ingenieros cloud y DevOps (entre 106.000 y 132.000 euros al año); y los ingenieros de software (entre 178.000 y 186.000 euros brutos anuales).

En márketing digital hay diversificación y especialización entre los perfiles más demandados que pueden teletrabajar: managers de SEO, con retribuciones en remoto de hasta 70.000 euros; affiliate marketing managers (hasta 68.000 euros); directores de márketing en remoto (hasta 177.000 euros); o directores de márketing digital (hasta 104.000 euros).

Por lo que se refiere a finanzas y contabilidad, los roles financieros remotos que ofrecen una compensación sólida y crecimiento estable son los analistas financieros, con una retribución media de entre 74.000 y 83.000 euros brutos anuales; los controller en remoto (hasta 143.000 euros); o los CFO que pueden teletrabajar, con retribuciones que pueden alcanzar los 240.000 euros brutos al año.

En el sector de sanidad digital y telemedicina esta última genera unos salarios un 40% superiores si se comparan con los roles presenciales tradicionales. Hay que destacar los perfiles en remoto de telepsiquiatras (con una media de 217.000 euros) o médicos de telemedicina (hasta 245.000 euros).

Finalmente, en recursos humanos y reclutamiento se demandan profesionales en remoto como especialistas en adquisición de talento, con retribuciones de hasta 100.000 euros brutos anuales; HR Business Partners (entre 70.000 y 118.000 euros), especialistas en compensación y beneficios (hasta 127.000 euros) o especialistas en movilidad global, que en remoto pueden cobrar entre 93.000 y 136.000 euros brutos anuales.

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